Richard Dawkins (1941), biólogo de cierta reputación en el campo de la evolución, mundialmente más famoso por defender que los creyentes son particularmente ignorantes en temas de ciencia y en general incultos, frente a los ateos que según él son más pacíficos y los mejor instruidos e inteligentes. Autor de diversas obras que defienden el ateísmo. A veces se autodefine como darwniano apasionado. Es fácil encontrar en internet diversas conferencias y entrevistas suyas. Dawkins también es uno de los impulsores del Proyecto Gran Simio, que pretende que las leyes otorguen derechos a los grandes simios de forma equivalente a los seres humanos.
Dawkins es libre de defender sus opiniones, pero los demás también lo somos para manifestar lo que opinamos al respecto. Estoy de acuerdo con Dawkins, por ejemplo en el hecho de que no enseñar la teoría de la evolución biológica sería un disparate. Y estoy de acuerdo en que algunas cosas que se enseñan a niños en algunos colegios podrían discutirse. Pero Dawkins va muchísimo más allá. En realidad, la argumentación básica de Dawkins es bastante simple. Primero se burla de los que interpretan la biblia al pie de la letra como si fuera un libro de Historia o de Ciencia, en vez de lo que es, un libro religioso. Después, usa su formación en Biología como si ésta le confiriera un estado de superioridad intelectual el cual automáticamente tuviera que llevar inequívocamente a cualquiera al ateísmo o al agnosticismo. Para él todo en la ciencia es verdad absoluta, mientras que todo en la religión es pura falsedad, y las preguntas a las que la ciencia no responde simplemente son inadecuadas. Como es frecuente entre los ateos, Dawkins mantenía que todas las religiones son prácticamente iguales, pero él además decía que todas son extremadamente perniciosas, o en el mejor de los casos un placebo; sin embargo, muy recientemente ha declarado que algunas religiones son más perniciosas que otras.
Lamentablemente, Dawkins es un maleducado que a veces se ríe de los creyentes y no tiene escrúpulos para argumentar frente personas que tienen poca formación científica. Es como un boxeador peleando siempre en combates contra púgiles de inferior peso. Además, Dawkins prácticamente no argumenta su ateísmo, él principalmente parte de que todo en la religión es completamente absurdo y de que toda la ciencia va en contra del monoteísmo. Desde luego no es nada original. Por ejemplo, Marx partía de ideas muy parecidas: Dios no existe, salvo como opio del pueblo, y esto no hay necesidad de discutirlo, sólo hay que apartarlo por completo de la sociedad. Dawkins al menos menciona a Dios, y a veces se define como agnóstico (otras como ateo), pero la idea que aparentemente tiene de la religión y de Dios es errónea. La idea de Dios que rechaza Dawkins es más parecida a la que probablemente pudiera tener un niño de hace uno o dos siglos. Mostrando opiniones equivocadas respecto a la ciencia por parte de algunos creyentes, no se demuestra que la ciencia y la fe se excluyan mutuamente. Muchas risas y burlas con aire de superioridad en sus intervenciones, pero ni tan siquiera comprende que la idea que debería tener de Dios no es la de un vulgar mago sino la del Científico que nos supera a todos.
Cuando se enfrenta en debates a alguien con cierta preparación intelectual, Dawkins hábilmente trata de llevar el debate al terreno que a él le interesa: presentar a los creyentes como gente ignorante, fanática y malvada. En realidad, Dawkins debería debatir con biólogos creyentes, para que el debate fuera más justo. Sobre la vida, Dawkins afirma que está a punto de saberse todo, y que sólo faltan algunos detalles; lo cual es una falsedad manifiesta. Cuando se le pregunta por el origen del universo, dice que él no es físico y no lo sabe, pero a continuación sostiene que la Creación por Dios es una mala explicación, y luego sorprendentemente defiende que apelar a que Dios es autosuficiente y está fuera del mundo físico es evadir el problema. De lo más sorprendente es que Dawkins afirme que la evolución es un proceso mediante pasos extremadamente pequeños y sin saltos, porque en realidad el registro fósil disponible sí que presenta frecuentemente saltos evolutivos; y en realidad esa es una gran dificultad de la teoría de la evolución, lo cual no significa que ésta sea falsa, sino que Dawkins no es tan científico en sus argumentaciones como él pretende.
Por otra parte, la principal contribución de Dawkins a la ciencia es el concepto de "meme", que sería una especie de transmisor de la cultura (pero no es la cultura), parecido a un virus informático. Con la "memética", Dawkins quiere ir más allá de los genes e incluso del fenotipo, intentando dar una base material a la transmisión de otro tipo de información entre individuos, aunque tampoco él aclara el mecanismo. En realidad la memética ha recibido muchas críticas, y no es considerada por muchos como una verdadera ciencia, sino más como una pseudociencia, y el mismo Dawkins paulatinamente se ha distanciado de ella. Todo esto podría considerarse como "normal" dentro del funcionamiento de la ciencia, donde la ideas permanentemente pueden ser planteadas, rechazadas o aceptadas; pero no se puede evitar ir más allá y relacionar el rechazo que han sufrido sus ideas científicas con sus furibundos ataques a la religión, lo cual podría ser un tema apropiado para un psicoanalista. Probablemente, Dawkins es más popular como divulgador entre la masa social de los países angloparlantes que entre los especialistas de su área científica. Teniendo en cuenta que todas las civilizaciones tienen ideas religiosas, para Dawkins existe el "meme-Dios", responsable de que se transmita la "idea de Dios" generación tras generación. Todo en él son "memeces".
En el fondo da pena: Dawkins no entiende nada de nada, le falta modestia para reconocerlo y le sobra narcisismo. Tal vez esa sea la razón por la que él mismo sólo espera encontrar eso: nada. ¡Pobre hombre!
Algunos han calificado a Richard Dawkins como "campeón de los ateos". Desde luego, si éste es su campeón, no deberían ganar muchos combates, aunque inexplicablemente sí que ganan algunos.
Lamentablemente, Dawkins es un maleducado que a veces se ríe de los creyentes y no tiene escrúpulos para argumentar frente personas que tienen poca formación científica. Es como un boxeador peleando siempre en combates contra púgiles de inferior peso. Además, Dawkins prácticamente no argumenta su ateísmo, él principalmente parte de que todo en la religión es completamente absurdo y de que toda la ciencia va en contra del monoteísmo. Desde luego no es nada original. Por ejemplo, Marx partía de ideas muy parecidas: Dios no existe, salvo como opio del pueblo, y esto no hay necesidad de discutirlo, sólo hay que apartarlo por completo de la sociedad. Dawkins al menos menciona a Dios, y a veces se define como agnóstico (otras como ateo), pero la idea que aparentemente tiene de la religión y de Dios es errónea. La idea de Dios que rechaza Dawkins es más parecida a la que probablemente pudiera tener un niño de hace uno o dos siglos. Mostrando opiniones equivocadas respecto a la ciencia por parte de algunos creyentes, no se demuestra que la ciencia y la fe se excluyan mutuamente. Muchas risas y burlas con aire de superioridad en sus intervenciones, pero ni tan siquiera comprende que la idea que debería tener de Dios no es la de un vulgar mago sino la del Científico que nos supera a todos.
Cuando se enfrenta en debates a alguien con cierta preparación intelectual, Dawkins hábilmente trata de llevar el debate al terreno que a él le interesa: presentar a los creyentes como gente ignorante, fanática y malvada. En realidad, Dawkins debería debatir con biólogos creyentes, para que el debate fuera más justo. Sobre la vida, Dawkins afirma que está a punto de saberse todo, y que sólo faltan algunos detalles; lo cual es una falsedad manifiesta. Cuando se le pregunta por el origen del universo, dice que él no es físico y no lo sabe, pero a continuación sostiene que la Creación por Dios es una mala explicación, y luego sorprendentemente defiende que apelar a que Dios es autosuficiente y está fuera del mundo físico es evadir el problema. De lo más sorprendente es que Dawkins afirme que la evolución es un proceso mediante pasos extremadamente pequeños y sin saltos, porque en realidad el registro fósil disponible sí que presenta frecuentemente saltos evolutivos; y en realidad esa es una gran dificultad de la teoría de la evolución, lo cual no significa que ésta sea falsa, sino que Dawkins no es tan científico en sus argumentaciones como él pretende.
Por otra parte, la principal contribución de Dawkins a la ciencia es el concepto de "meme", que sería una especie de transmisor de la cultura (pero no es la cultura), parecido a un virus informático. Con la "memética", Dawkins quiere ir más allá de los genes e incluso del fenotipo, intentando dar una base material a la transmisión de otro tipo de información entre individuos, aunque tampoco él aclara el mecanismo. En realidad la memética ha recibido muchas críticas, y no es considerada por muchos como una verdadera ciencia, sino más como una pseudociencia, y el mismo Dawkins paulatinamente se ha distanciado de ella. Todo esto podría considerarse como "normal" dentro del funcionamiento de la ciencia, donde la ideas permanentemente pueden ser planteadas, rechazadas o aceptadas; pero no se puede evitar ir más allá y relacionar el rechazo que han sufrido sus ideas científicas con sus furibundos ataques a la religión, lo cual podría ser un tema apropiado para un psicoanalista. Probablemente, Dawkins es más popular como divulgador entre la masa social de los países angloparlantes que entre los especialistas de su área científica. Teniendo en cuenta que todas las civilizaciones tienen ideas religiosas, para Dawkins existe el "meme-Dios", responsable de que se transmita la "idea de Dios" generación tras generación. Todo en él son "memeces".
En el fondo da pena: Dawkins no entiende nada de nada, le falta modestia para reconocerlo y le sobra narcisismo. Tal vez esa sea la razón por la que él mismo sólo espera encontrar eso: nada. ¡Pobre hombre!
Algunos han calificado a Richard Dawkins como "campeón de los ateos". Desde luego, si éste es su campeón, no deberían ganar muchos combates, aunque inexplicablemente sí que ganan algunos.



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