La Ecología es una rama de la Biología
que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con el medio en el que
viven. El término “ecología” fue acuñado en 1869 por el alemán-prusiano Ernst
Haeckel. Los materiales, elementos químicos y energía circulan en el
medioambiente formando ciclos biogeoquímicos, y siguiendo leyes científicas. Estos
ciclos se pueden ver alterados gravemente por las actividades humanas, lo cual
conlleva que tengamos que tomar medidas. Las poblaciones de seres vivos son
también objeto de estudio de la ecología. Por ejemplo, según la ley de Malthus, el número de individuos
de una especie, como la humana, tiende a aumentar de forma muy rápida según una
función exponencial, mientras que los recursos disponibles pueden aumentar sólo
lentamente mediante una función lineal. Consecuentemente, cuando los alimentos
disponibles sean escasos respecto a la demanda de la población, sucederá una
crisis. Hasta aquí, todo sería ciencia. Pero en realidad la respuesta a los
problemas medioambientales, la ecología
política, es una ideología política y social que se estructura como
oposición a la explotación de los recursos naturales.
Por otra parte, se
suele denominar “rojiverde” a la coalición entre ideas ecologistas con visiones
“postcapitalistas” inspirada en el marxismo. La integración moderna del ecologismo en el socialismo
empezó al final del siglo XX, principalmente en Alemania, y el resultado hoy en
día se denomina ecosocialismo, el
cual se está extendiendo rápidamente en latinoamérica. En el año 2001 se
redactó el “manifiesto ecosocialista”,
donde se aboga por “la eliminación de la separación entre los productores y los
medios de producción” que “no pudo ser alcanzada por el primer socialismo”;
aunque en realidad tal idea debería denominarse ecoanarquismo, más que ecosocialismo. Actualmente algunos partidos
políticos españoles también se definen como ecosocialistas. La constitución de Bolivia promulgada en 2009
es la primera que ha hecho a un Estado oficialmente ecosocialista.
Entonces,
¿es el ecologismo una idea original de la izquierda? En la práctica, para nada,
pese a los esfuerzos de aparentarlo que hacen muchos. De hecho, algunos
ecologistas le han reprochado a Marx su carencia del “valor de la naturaleza”.
En la lógica antropocéntrica de Marx no se tiene en cuenta los límites de la
Naturaleza [E. Altvater. La teoría
marxista hoy. ¿Existe
un marxismo ecológico? ISBN 987-1183-52-6]. Para el socialismo
original, la naturaleza es concebida como un conjunto de recursos inagotables
que pueden ser controlados y utilizados por el Hombre, aunque de forma limitada
por la Termodinámica; y el dinero es
lo que conecta al Hombre con la explotación de la Naturaleza. La “naturaleza humanizada”
de la que Marx hablaba puede ser entendida como modificada por el Hombre (calles,
puentes, puertos, aeropuertos, ciudades,
agricultura…) Para Marx, la razón de la avaricia es la existencia de
propiedad privada, pero en su pensamiento no hay ningún escrúpulo a la hora de
explotar la Naturaleza ni nada de
austeridad voluntaria. Así, en cuanto a explotación de recursos naturales,
tanto el socialismo como el capitalismo no eran originalmente nada ecologistas.
Desde luego en los siglos XIX y XX hubo pensadores socialistas y capitalistas
que defendían posturas más ecologistas, pero sus ideas conservacionistas no
fueron las vencedoras. ¿Acaso alguien puede ver algo de ecologismo en Lenin y
Stalin?
Marx
era claramente antimalthusiano. Para el padre del socialismo, el maltusianismo intentaba
justificar la opresión que los capitalistas ejercerían sobre los trabajadores. Thomas
Malthus (1766-1834) creía que los recursos materiales siempre crecían más
rápido que la población, con la que la catástrofe era inevitable, salvo que
tomaran medidas estrictas para el control de la población. Malthus era
cristiano protestante, tenía una posición económica privilegiada y proponía la
abstinencia sexual de los más pobres para evitar el aumento incontrolado de la
población y el consecuente colapso social y económico.
Irónicamente, el país que más ha aplicado el control de población, ha sido China, precisamente un país comunista. Pero no lo ha hecho precisamente por la represión sexual de los trabajadores que proponía Malthus, sino mediante el fomento estatal de métodos anticonceptivos y del abortismo.
En el pensamiento de Malthus y los
neomalthusianos se aplica incorrectamente las leyes primera y segunda de la
termodinámica, ya que se olvidan de que ningún ecosistema ni la Tierra en su
conjunto son sistemas aislados; por ejemplo, la Tierra recibe del exterior una
maravillosa energía: los rayos solares. Y los hechos han demostrado que las
predicciones de Malthus no se han cumplido. Así, la ley de Malthus no es verdaderamente una ley de la naturaleza. Los neomalthusianos denominan a los que rechazan sus ideas como "cornucopianos" (por el cuerno mitológico de la abundancia inagotable).
Muchos de los que
defienden actualmente posturas ecológicas, en realidad son neomalthusianos en sus fundamentos. El neomaltusianismo sería en la práctica el control de la población humana por medios distintos al originalmente propuesto por Malthus. Muy probablemente, detrás de
muchas políticas del siglo XXI que están basadas en interpretaciones
incorrectas de las ciencias naturales (ecología, termodinámica y otras), en
realidad se esconden mentalidades malthusianas. Quiero decir que una cosa es
proteger el medioambiente, y otra muy distinta es justificar en la ecología las
políticas sociales y económicas que tienen objetivos malthusianos (control de
población). Es lamentable que sociólogos, economistas y politólogos suelan
tener un nivel bajo en lo que a conocimiento de las ciencias de la naturaleza
se refiere; y a mi juicio este problema no mejora, sino que tiende a empeorar
con el tiempo. Probablemente como consecuencia de la división del conocimiento
en compartimentos estancos, el caso es que los economistas habitualmente actúan
como si las leyes de la Naturaleza no existieran o, cuando a veces tratan de
considerar dichas leyes, lo hacen incorrectamente.
Como
conclusión, juntar socialismo,
malthusianismo y ecología en un mismo pensamiento es todo un desvarío, pero
que sorprendentemente se está abriendo paso en el siglo XXI y no sólo entre
cierta porción de la masa social, sino también entre algunas élites mundiales. Lo
diré más claramente: detrás de la defensa de la naturaleza frecuentemente se
esconden otras intenciones muchos más discutibles, y muchas de las políticas que promueven las instituciones internacionales y nacionales son neomalthusianas.
Entonces, ¿de dónde
provienen los primeros fundamentos en los que se basan los valores más
positivos y universales que defiende el ecologismo? Para los católicos vienen
de sus creencias religiosas, ya que la transmisión del amor de Dios a toda la
Creación es una obligación. Un ejemplo paradigmático antiquísimo es San Francisco de Asís, al cual el Papa San Juan Pablo II proclamó
en 1980 Patrono de los Animales y de los Ecologistas. En
un congreso celebrado en Viena en 1929, la Organización Mundial de Protección
Animal instauró el 4 de octubre como Día
Mundial de los Animales, por ser la fecha en la que falleció el santo. Muy
probablemente, casi todos los que no son cristianos, y también algunos
cristianos, andan enredados y no tengan ni la más remota idea de la influencia del pobre de Asís en el pensamiento ecológico.
Francisco de Asís (Asís, actual Italia, 1182/
4 de octubre de 1226), que en realidad fue bautizado con el nombre de Giovanni di Pietro Bernardone, fundó la orden religiosa franciscana. Desde la
Edad Media hasta nuestros días, Francisco de Asís es una de las figuras más
reconocidas de la espiritualidad católica. Fue la principal cabeza de un
movimiento de renovación cristiana, centrado en el amor a Dios, la pobreza y la
alegre fraternidad. Asís predicaba la pobreza como un valor y proponía un modo
de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios. San
Francisco fue una de las primeras personas que concibió a los animales como
“hermanos” del Hombre, y a todos ellos como criaturas de Dios. Todo lo creado era obra
divina y todos los seres debían tratarse como “hermanos” y “hermanas”. En su
obra El Cántico de las criaturas,
poco antes de su muerte, el Santo da gracias al Creador por todas las criaturas
del mundo, algo inédito en otros cánticos religiosos medievales.
Altísimo y omnipotente buen
Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor
y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas,
especialmente en el hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran
esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y
bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el
hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y
todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor por la hermana agua,
la cual es muy humilde, preciosa y casta.
Alabado seas, mi Señor, por el
hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor, por la
hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor, por aquellos
que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor, por
nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede
escapar.
Ay de aquellos que mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará en tu
santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran
humildad...
Estas son
algunas frases célebres de San Francisco de Asís:
·
“He visto
hombres agrediendo a sus hermanos solo por ser de otro color y matando
y devorando sin compasión a otras criaturas de Dios solo por verlas diferentes
y creerlas inferior.
·
He visto
hombres encadenando y privando de su libertad a seres vivos
solo para su goce y diversión, y los domingos van a la Iglesia agradecidos, prometiéndole
amor eterno a Dios y suplicándole para que se
acaben las peleas, matanzas e injusticias para los más desprotegidos,
cuando ellos mismos las desatan y yo me pregunto: ¿Estarán
ellos conscientes del pecado que cometen en prometer en vano
fidelidad a Cristo cuando destruyen su naturaleza de la cual ellos mismos forman parte?
”
·
“Dios creó
a todas las criaturas con amor y bondad, grandes, pequeñas, con forma
humana o animal todos son hijos del Padre y fue tan perfecto en su
creación que dio a cada uno su propio entorno y a sus animales un
hogar lleno de arroyos, árboles y prados hermosos como el propio paraíso.
·
Aquellos
hombres capaces de irrumpir con la voluntad de Dios y arrebatar de la Madre
Tierra a sus animales estarán cometiendo un gran error y siempre serán juzgados
por aquellos que sí respetan la creación divina de Dios tal y como Él la creó.
·
“Los
animales son mis amigos, y yo no me como a mis amigos”.
·
“Si
existen hombres que excluyen a cualquiera de las criaturas de Dios del amparo
de la compasión y la misericordia, existirán hombres que tratarán a sus
hermanos de la misma manera”.
·
“Al igual
que algunos animales se alimentan de otros para subsistir Dios le dijo al
hombre que podía tomar los animales que necesitara solo hasta encontrar
una mejor solución, no para caprichosos vestidos o hacerlos sus esclavos o
entretenimiento.
·
Al
igual que Jesús yo no como animales por respeto a mis hermanos, el hombre debe
entender el verdadero mensaje de Dios para con sus animales, debe ponerse en el
lugar de aquellos animales desamparados, abandonados y maltratados, solo así
habrá paz, de lo contrario llegará el día en que los hombres verán con sus
propios ojos cómo se contamina y muere su entorno y abusarán no sólo de los
animales sino también de sus pares humanos”.
·
“Todas las
cosas de la creación son hijos del Padre y hermanos del hombre… Dios
quiere que ayudemos a los animales si necesitan ayuda. Cada criatura en
desgracia tiene el mismo derecho a ser protegida“.
·
•“Si
tienes hombres que excluirían a cualquiera de las criaturas de Dios del refugio
de la compasión y la piedad, tendrás hombres quienes se comportarán de la misma
forma con sus compañeros.”
Tenemos
que considerar el pensamiento y la forma de vida de los europeos medievales
para valorar justamente estas ideas de San Francisco. En una época donde no era
extraño que lobos y osos atacaran a humanos, donde la mayor parte de la
población apenas tenía una dieta para subsistir, aparece la enorme figura de
este santo que escoge vivir en la pobreza y pregona el amor a la naturaleza y a
los animales, advirtiéndonos del peligro de destruir la naturaleza si no la
amamos como Dios nos ordenó. Ocho siglos después, y todavía no hemos aprendido
lo suficiente de la sabiduría del pobre de Asís. San Francisco era tan humilde
y tan sabio (no se puede ser lo segundo sin ser lo primero), que probablemente
esté muy satisfecho de tener hoy su persona tan poco reconocimiento y, sin embargo, sus ideas tanta
influencia.