Seguidores

DESMINTIENDO CREENCIAS ERRÓNEAS PSEUDOCIENTÍFICAS


A continuación menciono algunas creencias no científicas, de orden muy diversa, que son falsas. Obviamente, no todas estas afirmaciones tienen la misma trascendencia, ni el mismo alcance, ni están igual de difundidas, pero a mí me parecen todas ellas interesantes.

-          Come lentejas que tienen mucho hierro. El ser humano asimila mal el hierro, especialmente el que está en los vegetales. Para tener una dieta adecuada es necesario tomar alimentos de origen animal. Da igual el número de veces que los nutricionistas y las madres repitan el mito del hierro de las lentejas y de las espinacas, que éste seguirá sin ser cierto.

 

-          Los biocombustibles no emiten dióxido de carbono. Si se tiene en cuenta el proceso completo (siembra, recogida, transporte, procesado…), los biocombustibles (biodiesel, bioetanol, etc.) son una fuente neta de emisión de CO2. Aunque los que trabajan con biocombustibles frecuentemente asumen que éstos son neutros en la emisión de dióxido de carbono, su premisa es falsa.

 

-          La  fotosíntesis de las plantas es muy eficiente. Típicamente menos del 1% de la luz solar que llega a una planta se transforma en biomasa. Los panales solares fotovoltaicos son mucho más eficientes. Aunque los que pretenden desarrollar cultivos energéticos, algas y otras fuentes de  biomasa, hablen de valores de eficiencia energética muy elevados, no son ciertos; si lo fueran no necesitaríamos ni petróleo, ni energía nuclear, ni panales solares; pero la realidad es que la fotosíntesis (natural) es  muy poco eficiente.

 

-          Ya hay vida artificial. Tomar trozos de seres vivos y manipularlos no es hacer vida, sino modificarla. De momento, nadie ha hecho ni una simple célula partiendo de sustancias inorgánicas. La ciencia actualmente sigue sin saber cómo se puede formar vida a partir de materia inerte. 

 

-          Ya existe inteligencia artificial. Que una máquina siga un programa de instrucciones no significa que ésta sea inteligente, por muy rápido que haga los procesos y por complejos que éstos sean; y sigue sin ser inteligente aunque a esto lo llamen “inteligencia artificial ´débil”.  La inteligencia artificial verdadera sería lo que se ha llamado “inteligencia artificial fuerte” o “inteligencia general artificial”, que implicaría tener conciencia de la existencia de sí mismo, y que no existe. Una máquina programada para parecer que es inteligente y que logre engañar a este respecto, seguiría sin ser inteligente.

 

-          No existe el libre albedrío. Una buena parte de la ciencia contemporánea es indeterminista, y es totalmente falso que todo esté predeterminado. No hay ningún fundamento para sostener que la mente de un adulto sano no sea libre.

 

-          La Ciencia ha demostrado que Dios no existe. Al igual que hace miles de años, Dios sigue siendo fundamental para dar sentido al mundo. Las ciencias han ido evolucionando en su forma de describir el comportamiento de la naturaleza, pero en absoluto son capaces de explicarlo todo sin necesidad de recurrir a Dios, ni mucho menos excluyen que Dios intervenga en este mundo.

 

-          Si se congela un cadáver, luego se podrá devolver a la vida. Salvo Jesucristo, yo no conozco el testimonio de nadie que haya sido capaz de resucitar a otra persona; y no hay ningún motivo para pensar que esto pueda cambiar en el futuro, tampoco en el caso de que se criogenice al cadáver.

 

-          Sabemos que hay vida en otros planetas. Pese a los esfuerzos, actualmente no hay ninguna evidencia de que exista vida fuera de la Tierra. No se puede descartar que estemos solos en la inmensidad del Universo. No lo sabemos.

 

-          Los fetos no son vida humana. Desde el momento en que el espermatozoide fecunda el óvulo y se forma nuevo ADN, hay un ser vivo con genética distinta de la del padre y de la madre. Si un feto no es vida humana, ¿qué es entonces un humano?

 

-          Los fósiles demuestran inequívocamente que las especies cambian siempre muy lentamente. En realidad la teoría de la evolución tiene dificultades con la paleontología. Nos guste más o menos, y lo justifiquemos como lo justifiquemos, el hecho experimental es que el registro fósil presenta saltos muy grandes, que es justamente lo contrario de lo que muchos creen.

MURIANO: UN LUGAR MUY “MARIANO” Y EXCEPCIONAL EN SIERRA MORENA


La cordillera más importante en Andalucía es la hoy llamada Sierra Morena, con 400 km de longitud, y que separa al Guadiana del Guadalquivir. Muchos creen que su nombre se debe al tono moreno de la tierra, o a los moros, pero parece que no es así. Una denominación más antigua es Montes Marianos, aunque en el Itinerario de Antonino se nombra como Montes Arianos (siglo III). En el siglo I el romano Sextus Mario poseía una gran riqueza extraída de sus minas en el Mons Marianus, en Hispania, las cuales le arrebató el emperador Tiberio. Por tanto, el nombre Mons Marianus nada tiene que ver con María, la madre de Jesús, sino con el antiguo propietario de las minas imperiales, y éste daría nombre a Sierra Morena. Otra explicación propuesta es que el nombre provenga de las lenguas ibéricas prerromanas, pero esto no es probable.

Muy probablemente, el pueblo de Cerro Muriano a unos 15 km de Córdoba, en el camino entre Córdoba y Emerita Augusta, en la Ruta Mozárabe del Camino de Santiago, y en el centro de Sierra Morena sea el Mons Marianus de la Historia romana. El yacimiento de cobre de Cerro Muriano, excepcional en la Península Ibérica según los especialistas, fue explotado desde el calcolítico, aunque hay evidencias de presencia humana en ese lugar desde el neolítico. Los estudios de varias piezas metálicas indican que los tartesios usaron cobre de Cerro Muriano. El romano Plinio en su Historia Natural menciona al cobre de Mons Marianus, famoso por su abundancia y calidad. Otros historiadores antiguos que lo citan son Estrabón, El-Idrisi y Tácito.  Las minas se abandonaron definitivamente en 1918, cuando la Cordoba Copper Company Ltd. decide acabar sus actividades en dicho yacimiento. El mineral explotado principalmente fue calcopirita (CuFeS2), de color amarillento, y el cual se puede encontrar paseando por dicho entorno. Hoy en esta localidad se puede visitar el museo del cobre. Cerca de las minas de cobre y del pueblo de Cerro Muriano, se eleva el cerro llamado de Torre Árboles, con la mayor altitud en el término municipal de la capital de Córdoba. En la cima de Torre Árboles (o torreárboles) hay un vértice geodésico, que parece ser que se construyó sobre una cimentación de una torre (de ahí el topónimo) de época musulmana. En un azulejo en el vértice geodésico está pintada la Virgen del Carmen. Hoy en día, a medio camino entre Cerro Muriano y Torre Árboles está la ermita de Nuestra Señora de los Pinares, inaugurada en 1986; y a su lado el Mirador de Media Andalucía con unas vistas espectaculares, un sitio donde uno se siente pequeño. Más abajo, junto a la carretera N-432 está situada “la Virgencita”, que es una imagen de María Auxiliadora. En la romería que se celebra el segundo domingo de mayo, una imagen de la Nuestra Señora de los Pinares se traslada desde la iglesia de Cerro Muriano hasta la ermita.

MI OPINIÓN SOBRE LAS IDEAS ATEAS QUE DIFUNDE EL CIENTÍFICO RICHARD DAWKINS

Richard Dawkins (1941), biólogo de cierta reputación en el campo de la evolución, mundialmente más famoso por defender que los creyentes  son particularmente ignorantes en temas de ciencia y en general incultos, frente a los ateos que según él son más pacíficos y los mejor instruidos e inteligentes. Autor de diversas obras que defienden el ateísmo. A veces se autodefine como darwniano apasionado. Es fácil encontrar en internet diversas conferencias y entrevistas suyas. Dawkins también es uno de los impulsores del Proyecto Gran Simio, que pretende que las leyes otorguen derechos a los grandes simios de forma equivalente a los seres humanos. 










 


Dawkins es libre de defender sus opiniones, pero los demás también lo somos para manifestar lo que opinamos al respecto. Estoy de acuerdo con Dawkins, por ejemplo  en el hecho de que no enseñar la teoría de la evolución biológica sería un disparate. Y estoy de acuerdo en que algunas cosas que se enseñan a niños en algunos colegios podrían discutirse. Pero Dawkins va muchísimo más allá. En realidad, la argumentación básica de Dawkins es bastante simple. Primero se burla de los que interpretan la biblia al pie de la letra como si fuera un libro de Historia o de Ciencia, en vez de lo que es, un libro religioso. Después, usa su formación en Biología como si ésta le confiriera un estado de superioridad intelectual el cual automáticamente tuviera que llevar inequívocamente a cualquiera al ateísmo o al agnosticismo. Para él todo en la ciencia es verdad absoluta, mientras que todo en la religión es pura falsedad, y las preguntas a las que la ciencia no responde simplemente son inadecuadas. Como es frecuente entre los ateos, Dawkins mantenía que todas las religiones son prácticamente iguales, pero él además decía que todas son extremadamente perniciosas, o en el mejor de los casos un placebo; sin embargo, muy recientemente ha declarado que algunas religiones son más perniciosas que otras.
Lamentablemente, Dawkins es un maleducado que a veces se ríe de los creyentes y no tiene escrúpulos para argumentar frente personas que tienen poca formación científica. Es como un boxeador peleando siempre en combates contra púgiles de inferior peso. Además, Dawkins prácticamente no argumenta su ateísmo, él principalmente parte de que todo en la religión es  completamente absurdo y de que toda la ciencia va en contra del monoteísmo.  Desde luego no es nada original. Por ejemplo, Marx partía de ideas muy parecidas: Dios no existe, salvo como opio del pueblo, y esto no hay necesidad de discutirlo, sólo hay que apartarlo por completo de la sociedad. Dawkins al menos menciona a Dios, y a veces se define como agnóstico (otras como ateo), pero la idea que aparentemente tiene de la religión y de Dios es errónea.  La idea de Dios que rechaza Dawkins es más parecida a la que probablemente pudiera tener un niño de hace uno o dos siglos. Mostrando opiniones equivocadas respecto a la ciencia por parte de algunos creyentes, no se demuestra que la ciencia y la fe se excluyan mutuamente. Muchas risas y burlas con aire de superioridad en sus intervenciones, pero ni tan siquiera comprende que la idea que debería tener de Dios no es la de un vulgar mago sino la del Científico que nos supera a todos.
Cuando se enfrenta en debates a alguien con cierta preparación intelectual, Dawkins hábilmente trata de llevar el debate al terreno que a él le interesa: presentar a los creyentes como gente ignorante, fanática y malvada. En realidad, Dawkins debería debatir con biólogos creyentes, para que el debate fuera más justo. Sobre la vida, Dawkins afirma que está a punto de saberse todo, y que sólo faltan algunos detalles; lo cual es una falsedad manifiesta. Cuando se le pregunta por el origen del universo, dice que él no es físico y no lo sabe, pero a continuación sostiene que la Creación por Dios es una mala explicación, y luego sorprendentemente defiende que apelar a que Dios es autosuficiente y está fuera del mundo físico es evadir el problema. De lo más sorprendente es que Dawkins afirme que la evolución es un proceso mediante pasos extremadamente pequeños y sin saltos, porque en realidad el registro fósil disponible sí que presenta frecuentemente saltos evolutivos; y en realidad esa es una gran dificultad de la teoría de la evolución, lo cual no significa que ésta sea falsa, sino que Dawkins no es tan científico en sus argumentaciones como él pretende.
Por otra parte, la principal contribución de Dawkins a la ciencia es el concepto de "meme", que sería una especie de transmisor de la cultura (pero no es la cultura), parecido a un virus informático.  Con la "memética", Dawkins quiere ir más allá de los genes e incluso del fenotipo, intentando dar una base material a la transmisión de otro tipo de información entre individuos, aunque tampoco él aclara el mecanismo. En realidad la memética ha recibido muchas críticas, y no es considerada por muchos como una verdadera ciencia, sino más como una pseudociencia, y el mismo Dawkins paulatinamente se ha distanciado de ella.  Todo esto podría considerarse como "normal" dentro del funcionamiento de la ciencia, donde la ideas permanentemente pueden ser planteadas, rechazadas o aceptadas; pero no se puede evitar ir más allá y relacionar el rechazo que han sufrido sus ideas científicas con sus furibundos ataques a la religión, lo cual podría ser un tema apropiado para un psicoanalista. Probablemente, Dawkins es más popular como divulgador entre la masa social de los países angloparlantes que entre los especialistas de su área científica. Teniendo en cuenta que todas las civilizaciones tienen ideas religiosas, para Dawkins existe el "meme-Dios", responsable de que se transmita la "idea de Dios" generación tras generación. Todo en él son "memeces".
 En el fondo da pena: Dawkins no entiende nada de nada, le falta modestia para reconocerlo y le sobra narcisismo. Tal vez esa sea la razón por la que él mismo sólo espera encontrar eso: nada. ¡Pobre hombre!
Algunos han calificado a Richard Dawkins como "campeón de los ateos". Desde luego, si éste es su campeón, no deberían ganar muchos combates, aunque inexplicablemente sí que ganan algunos.
 

EL ELECTRÓN NO PARECE DE ESTE MUNDO


Las conclusiones sobre el mundo subatómico a las que mediante matemáticas llega la mecánica cuántica son bastante contra-intuitivas; la interpretación física y su expresión mediante palabras no son fáciles, y aún hoy son objeto de debate. Tanto es así, que podemos decir que la mecánica cuántica es una de las fronteras de la ciencia. Porque sí, la ciencia también tiene límites, y más allá de la frontera de la ciencia empiezan la filosofía y la religión.

En química, la partícula subatómica más interesante es el electrón. Para que los átomos se mantengan unidos unos con otros, los electrones son imprescindibles. Aunque podrían hacerse matizaciones, estas que menciono a continuación son resumidamente las principales propiedades más sorprendentes de los electrones, según la mecánica cuántica ondulatoria y asumiendo que la interpretación de Copenhague sea correcta.

1)      Existencia dual (onda-partícula). El electrón tiene masa y, por lo tanto, es una partícula. Pero los electrones producen interferencias, difractan y, por tanto, también son ondas. Si sólo fuera una onda, el electrón no tendría masa. Si únicamente fuera una partícula, no podría producir interferencias como hacen las ondas. Es decir, unas veces es conveniente describir al electrón como una partícula y otras como una onda. En realidad esto equivale  a decir que nuestro conocimiento de lo que es un electrón, una partícula y una onda es limitado. La dualidad onda-partícula estaría de acuerdo con la teoría de Einstein, ya que materia y energía vendrían a ser la misma cosa cuando las partículas son muy pequeñas. Es decir, todo, incluidos nosotros, estamos hechos de luz comprimida en pequeños paquetes, algo así como luz o energía solidificada, y esos paquetes se unen entre sí.

2)      Don de la ubicuidad. Un electrón puede estar en varios sitios a la vez (superposición). No podemos localizar la posición exacta de un electrón en un tiempo determinado, sino que sólo podemos hablar de probabilidad de encontrarlo en una u otra región del espacio. Esto no se debe a nuestra incapacidad de hacer la medida experimental más precisa, ni al “efecto del observador”, sino a la propia naturaleza del electrón. Estrictamente hablando, para tener el 100% de probabilidad de encontrarlo tenemos que extendernos hasta el infinito. Cuando hablamos de probabilidad, solemos decir que algo es “fruto del azar”, que es lo mismo que decir que no sabemos la causa que ha provocado el efecto que estamos describiendo. Así, por ejemplo en un átomo con un solo electrón y en ausencia de influencias externas, nadie sabe por qué el electrón en un orbital en un determinado tiempo se mueve hacia uno u otro sitio en vez de hacia otro.

3)      Sin forma definida. Aunque algunas teorías concluyen que su forma es aproximadamente esférica, como no se puede localizar con precisión la posición exacta de un electrón, tampoco se puede “ver” experimentalmente su forma geométrica. Tampoco sabemos con total certeza si su tamaño es realmente finito.

4)      Teletransporte. Cuando describimos el estado de un electrón en un átomo mediante las funciones matemáticas que llamamos orbitales, resulta que hay regiones (superficies nodales) donde la probabilidad de encontrar el electrón es cero. En algunos orbitales de un átomo hay superficies nodales en las que no puede estar el electrón (está prohibido que esté allí). Está permitido que el electrón esté a un lado del nodo, al otro lado del nodo, o en ambos lados del nodo a la misma vez, pero jamás puede estar en el nodo. Es decir, el electrón puede ir de un sitio a otro de un orbital pero sin haber pasado por el espacio que hay en medio.

5)      Saltos cuánticos. El electrón en un átomo o en una molécula no pude tener cualquier valor de energía, sino que sólo puede tener ciertos valores discretos de energía, o estados “permitidos”. Entre un estado y el siguiente más próximo permitido, el electrón no puede existir. Un electrón en un átomo o molécula puede absorber un cierto fotón (luz) sólo si la energía del fotón es igual a la diferencia de energía entre dos de los estados permitidos del electrón. Cuando un electrón absorbe un fotón, el electrón aumenta su energía y el fotón desaparece (deja de existir). Inversamente, un electrón puede disminuir su energía, pasando de un estado permitido a otro permitido de menor energía, y emitiendo (creando) un fotón con energía igual a la diferencia de energía entre los dos niveles electrónicos.

6)      Desaparición/aparición. Un electrón puede interaccionar con su antipartícula, el positrón, y las dos partículas se aniquilan mutuamente, desparecen y en su lugar aparecen dos fotones (luz, y que no tienen masa en reposo). El proceso inverso también puede suceder: fotones de alta energía pueden producir electrones y positrones. Es decir, de la luz pueden surgir partículas, como posiblemente ocurrió en el inicio del universo con el Big-Bang. Aunque esto no significa que los electrones puedan aparecer de la nada absoluta.

7)      Mundo interior. Cada electrón tiene dentro de él su propio “espacio interno”, que es un “espacio de Hilbert”, y que tiene unas propiedades distintas de lo que hay fuera de él. Una consecuencia del espacio de Hilbert del electrón es que el electrón tiene una propiedad que no tiene analogía en el mundo macroscópico y que llamamos espín. O dicho de otra manera, la propiedad experimental que llamamos espín la explicamos matemáticamente mediante el especio interno del electrón; y, por cierto, la analogía con una esfera magnética girando sobre sí misma y creando un momento magnético no es correcta. Aunque no sabemos muy bien por qué, el caso es que el espín existe y es la justificación de que en un orbital pueda haber como máximo dos electrones y, consecuentemente, de que la Química sea como es.

8) Telepatía. Dos electrones, incluso separados por una distancia muy grande (intergaláctica), pueden interaccionar entre sí, lo cual se denomina entrelazamiento cuántico.

Estas propiedades de los electrones son inexplicables por la física clásica, y muchísimo menos justificables por el atomismo de Demócrito, pero son indispensables para entender el comportamiento de los átomos, las moléculas y la materia en general. Para el filósofo griego Demócrito, lo único que tenía existencia real eran los átomos. Demócrito era ateo y materialista, y negaba que pudiera existir nada real que no fuera la materia, la cual estaba constituida por las partículas que llamaba “átomos”, los cuales eran inmutables y eternos. En el atomismo de Demócrito, las sensaciones y el pensamiento eran sólo efectos de los átomos, y el alma no existía. Otros filósofos griegos, como Platón y Sócrates, eran teístas. Las ideas de Demócrito permanecieron casi olvidadas durante siglos, hasta que explotaron con el desarrollo de la Química y la Física particularmente en los siglos XVIII y XIX, y por entonces pudo parecer que el materialismo podría triunfar. Desde el siglo XX sabemos que la teoría de Demócrito era demasiado simplista, y que lo átomos están formados por partículas más pequeñas donde el significado mismo de materia se vuelve impreciso y se diluye con el de energía. En realidad, nadie sabe exactamente qué cosa es la energía, ni hasta qué punto es real o más bien un concepto abstracto que hemos creado. Si el atomismo/materialismo de Demócrito, y el de nuestros días, pretende que la religión no es necesaria para entender el mundo, con la mecánica cuántica parece que es difícil entender el mundo sólo con ciencia. Todo lo que vemos a simple vista está formado por cosas que no podemos ver, y que ni tan siquiera sabemos con certeza el tamaño y la forma que tienen. La misma existencia de la materia es algo confusa, y es la luz comprimida lo que  en cierto modo mantiene a las partículas materiales unidas entre sí. Las consecuencias de la mecánica cuántica no se aprecian a simple vista, ni se suele pensar en ella en la vida cotidiana, pero es parte fundamental de la ciencia moderna. Hace más de un siglo, una visión totalmente materialista del mundo tal vez podría tener más justificación en la física clásica, pero hoy en día la mecánica cuántica ha mostrado que mucho de lo que se daba científicamente por probado era erróneo, al menos en ciertos casos. La relación causa-efecto se va diluyendo al hacerse las partículas más pequeñas. No podemos hablar de certezas, sino de probabilidades. Entonces, ¿qué argumentos tienen los ateos/materialistas? ¿Acaso la conciencia está sostenida únicamente en luz? ¿Cómo se puede pedir a los creyentes la demostración material e innegable de la existencia de Dios, si ni tan siquiera estamos seguros de qué cosa es realmente la materia? ¿Cómo puede nadie sostener hoy en día que Dios no puede intervenir en la naturaleza, si el mismo comportamiento de la materia a escala atómica es incierto por sí mismo? ¿Se podría pensar en otra forma más elegante de intervención divina, a la vez que se preserva el libre albedrío, que la que sugiere  la mecánica cuántica?
 
 
 
 
 
 
 

ADN, DALÍ, CLONES, EPIGENÉTICA Y DISCOS DUROS

 
La estructura de la biomolécula más importante, el ADN (ácido desoxirribonucleico), pudo resolverse en la primera mitad del siglo XX por Watson y Crick. Hay que matizar que Pauling propuso la estructura antes, y Rosalind Franklin proporcionó el diagrama de difracción experimental para resolverla a Watson y Crick. Curiosamente, resultó que, al contrario que las moléculas "corrientes" y más pequeñas, su geometría helicoidal no es de una simetría puntual porque hay que aplicar la operación de traslación.
Parece que tanto Watson como Crick se declararon ateos, y Franklin como agnóstica. Esto lo podrían tomar algunos como una base científica del ateísmo. Sin embargo, desde mi punto de vista, no hay nada en la Biología Molecular que pueda justificar el ateísmo, sino más bien todo lo contrario, como veremos a continuación.

Una molécula de ADN tiene del orden de miles de millones de átomos, que se agrupan en nucleótidos (bases A, T, C y G) que forman cadenas (genes). El genoma humano contiene aproximadamente 3.200 millones de pares de estas bases (un número enorme). La transmisión de la información contenida en las cadenas de nucleótidos es el fundamento de la vida que conocemos, aunque al inicio de la genética como ciencia nada se sabía del ADN.  ¿Pero cómo se pudo formar la primera molécula de ADN que fuera funcional en una célula y que esta célula pudiera transmitir su ADN a otra?. No es completamente imposible que sucediera tal cosa, pero es altamente improbable. Y ¿por qué todos los seres vivos tienen este tipo de molécula gigantesca (ADN)?, ¿no se ha podido formar nunca vida de otra manera? ¡Se ve que el paso de lo químico a lo biológico, aunque no es absolutamente imposible, es más complicado de explicar y repetir de lo que se podía pensar! Decir que sólo falta algún pequeño detalle por resolver perfectamente  el origen de la vida es mentir descaradamente.

Sólo unos cuatro años después del descubrimiento de la estructura en doble hélice del ADN, el pintor Salvador Dalí ya había incorporado dicha estructura en sus cuadros. Para Dalí, el ADN era una prueba de la existencia de Dios y decía: "Los últimos descubrimientos de la genética nos demuestran que las leyes de Dios son las de la herencia contenidas en el ácido desoxirribonucleico”.  En algunas de las obras de Dalí se relacionan Dios y la geometría (como la del ADN), como él mismo explicó: "Aunque yo no soy científico, debo confesar que los acontecimientos [científicos] son los únicos que guían constantemente mi imaginación, al mismo tiempo que ilustran la intuición poética de los filósofos tradicionales, hasta el punto de llegar a la belleza cegadora de ciertas estructuras matemáticas, especialmente las de los politopos y sobre todo esos sublimes momentos de abstracción que «vistos» a través del microscopio electrónico aparecen como virus de forma poliédrica regular, 
confirmando lo que dijo Platón: Dios siempre hace geometría”.




   
No hace falta ser bioquímico para darse cuenta de la importancia del ADN. El sagaz pintor se percató rápidamente de las implicaciones filosóficas que tiene el hecho de que toda la vida esté basada en una misma molécula. Si la vida surgió espontáneamente de la materia inerte, ¿entonces por qué todas las formas de vida conocidas están basadas en el ADN? ¿No pudo volver a aparecer la vida de otra forma y sin ADN? Es decir, el ADN nos induce a pensar que toda la vida tiene un mismo origen.

Se puede objetar que hay virus que no contienen ADN, sino ARN, pero podemos contestar a esto. En primer lugar, los virus estarían en la frontera entre lo realmente vivo y lo puramente molecular. Y en segundo lugar, simplificadamente podemos decir que el ARN con funciones genéticas es una especie de fragmento de ADN reducido a la mínima expresión funcional. No está claro evolutivamente qué apareció primero, ADN, ARN  o enzimas, pero parece claro que ADN y ARN están íntimamente relacionados.

Otra objeción sería pensar que tal vez haya vida aún no descubierta, en la Tierra o fuera de ella, que no esté basada en el ADN (ni el ARN). Esta posibilidad no puede descartarse pero, de momento, no hay ninguna evidencia empírica que la sostenga.


Significativamente, Francis Collins, el director del Proyecto Genoma Humano, se declaró creyente: "Actually, I find no conflict here, and neither apparently do the 40 percent of working scientists who claim to be believers. Yes, evolution by descent from a common ancestor is clearly true. If there was any lingering doubt about the evidence from the fossil record, the study of DNA provides the strongest possible proof of our relatedness to all other living things ... I have found there is a wonderful harmony in the complementary truths of science and faith. The God of the Bible is also the God of the genome. God can be found in the cathedral or in the laboratory. By investigating God's majestic and awesome creation, science can actually be a means of worship".

 

Cada vez que se hace un gran avance científico, los ateos tratan de desacreditar a la religión, confrontando la "ciencia" de los tiempos en que se escribieron los textos sagrados con la ciencia moderna. Sin embargo, realmente la existencia y funcionamiento de la molécula de ADN es un duro golpe contra el ateísmo.

 
Por otra parte, tampoco somos tan esclavos de nuestra genética heredada por nacimiento, gracias al funcionamiento del ADN. En los últimos años la epigenética está haciendo descubrimientos significativos. Sin cambiar la secuencia de los genes en el ADN, el "entorno" hace que algunos genes se activen o desactiven, cambiando el fenotipo. Por ejemplo, parece que la incorporación de grupos metilo desactiva algunos genes, lo cual podría prevenir algún tipo de cáncer. No sólo la herencia genética de ADN pura y dura que heredamos de nuestros padres condiciona nuestra genética, sino que la forma en que vivimos influyen en nuestra genética (o en el fenotipo). Así, que la alimentación, el tabaco, las drogas, el estilo de vida, etc., influyen en nuestros genes. Sería algo así como "nacer" con un cierto disco duro con sus programas informáticos incorporados en él, pero luego los programas se van modificando a lo largo de la vida. Va a resultar finalmente que el estilo de vida que promueve el cristiano es beneficioso también para nuestros genes. Y es que en el pecado va la penitencia.
 No está claro que todos los animales tengan esta capacidad epigenética, aunque esto haya que investigarlo más, lo que iría en línea con la diferencia entre los humanos y otros animales. Quiero decir que los animales inferiores, como por ejemplo los reptiles, quizás estén más condicionados por la genética con la que han nacido en comparación con nosotros.
La epigenética muy recientemente ha tirado aún más por tierra algunos argumentos de los materialistas que niegan el libre albedrío del ser humano. Ciertos cambios (genéticos o epigéneticos) que se producen en el ADN decimos que son por "azar", que es una forma de decir que no sabemos con certeza por qué suceden (o no suceden), y que no pueden predecirse por las leyes de la naturaleza. Cuando se replica el ADN pueden producirse "errores", que dan lugar a cambios genéticos, los cuales serían el principal causante de la evolución biológica. Así que Dios, si quisiera, podría intervenir en el ADN sin que lo sepamos y sin ni siquiera violar las leyes de la Naturaleza.
Los evolucionistas ateos que defienden que los cambios genéticos/epigenéticos se producen sin ninguna finalidad ni propósito, no tienen una postura verdaderamente científica. Si algo se produce por azar, no sabemos realmente por qué se ha producido, ni si tiene o no tiene finalidad. Así que decir que los cambios genéticos/epigenéticos producidos por "azar" no son promovidos por Dios es tan poco científico como defender que Dios sí ha intervenido  en ellos. El azar implica necesariamente  que algo es imprevisto, no predicho por las leyes conocidas de la naturaleza, pero no implica necesariamente que Dios no intervenga en ello.

¿Y los gemelos monocigóticos, que son clones naturales, no tienen el mismo e idéntico ADN? Pues no, que no lo tienen exactamente igual. Aunque en principio partieran en la gestación de un mismo cigoto con el mismo ADN, siempre hay después alguna pequeña diferencia con el paso del tiempo, por pequeña que sea. Así, la metilación por epigenética del ADN puede usarse para distinguir a los gemelos, aunque  no sea fácil. Cada uno de nosotros es único,  diferente de todos los demás e irrepetible. Desde luego es maravilloso que no pueda haber dos personas exactamente iguales desde el punto de vista genético. Y con los clones artificiales pasaría igual, conforme pasara el tiempo se harían más diferentes, gracias a la epigenética. Pero, ¿una diferencia muy pequeña en el ADN inducida por epigenética es significativa? Pues sí que lo es, un cambio pequeño puede ser muy importante.  Para entenderlo veamos este ejemplo: un átomo pesado como el yodo no es para nada igual que si capta un diminuto electrón más y se convierte en ion yoduro. Otro ejemplo: el agua a presión atmosférica y 99,9°C de temperatura es líquida, y es muy distinta del agua a 100°C que hierve y pasa a ser vapor. 



Con el ADN, Dios hizo algo maravilloso y elegante. Y además lo hizo con átomos, los cuales, al fin y al cabo, están formados por algo así como paquetes de luz comprimida; aunque esto será un tema para una futura entrada en este blog.